La Verdad de la Milanga: 38
Allá a lo lejos quedaron las épocas en donde, mi fiel
compañero, Maxi “el normal” (Poder: Ser normal. Como una persona normal) se
calzaba el traje y combatía a la industria cinematográfica hombro a hombro,
mano a mano con su servidor (Poder: súper objetividad. Tan objetivo que hace
dudar al término de subjetividad). Pero esta vez mi compañero de batalla fue
“el Gordo Crossfitero”, más conocido como Marcos Querol (Poder: Dormirse en las
mejores escenas de acción, levantar 180kg de peso muerto y recibir codazos en
las costillas para ser despertado).
Ayer tocó el turno de uno de los films más hypeados del
2016. Aquel en donde los fans y los gorditos granulientos se sentarían sobre
una bombacha cagada por Mirtha Legrand o un charco de vomito de Chano Charpentier, sin siquiera
pestañar, con tal de conseguir una butaca en la sala. Hablamos de “Capitán
América: Civil War”.
El film es protagonizado por Chris Evans y Robert Downey Jr.,
quienes estarán enfrentados al tomar diferentes posturas sobre un acuerdo
internacional de la ONU que busca regular el accionar de los Avengers. En otras
palabras, los gobiernos se cansaron de que los vengadores hagan lo que se les
cante el orto en cualquier parte de mundo.
Salen a la cancha y Capitán América planta al equipo con el
pelotudo del brazo metálico (Winter soldier) al arco. Atrás, el negro con traje
de pájaro (Falcon) y la Bruja Escarlata completa la zaga de centrales. De
volante tapón juega Antman, sacrificio y compromiso con la marca. Arriba la precisión
y la buena pegada del tira flecha (Hawkeye) hace enardecer a los fanáticos con
la esperanza de meter alguna pepa.
En el otro arco, los dirigidos tácticamente por Tony Starks:
el hombre de hojalata (Teniente Rhodes) se calza los guantes. Quien mejor que él,
que tiene dedos de acero, para mantener la valla invicta. El alienígena maraca
va de único central (Vision). Capaz de alterar su densidad puede ser más duro
que una patada de Schiavi. Algún pupo va a cabecear. La yiya Murano avengeril (Black
Widow) y la Pantera Negra aseguran algún té burundangueado, clase y garra en el medio campo. Para
empujar la pelota el increíble SpiderMan que la tiene atada.
Estos dos equipos se van a enfrentar en una batalla de épicas
proporciones en donde el guión tiene un gran trabajo para congeniar muchos protagónicos
a la vez. Las escenas de peleas son espectaculares. Para nada confusas y con
unas coreografías excelentes. Autos volando, explosiones, tipos volando, golpes, aviones volando, fuego, misiles volando y soberbios efectos
especiales hacen disfrutar de un film de alto vuelo (sic) con látex, lycra y
mucho bulto.
Los nuevos súper héroes que aparecen se lucen. Black Panther
queda muy bien parado como buen felino que es. Violento, rápido y ágil tiene
grandes escenas de pelea y bastante protagonismo.
Tanto Antman como Spiderman hacen una corta y genial
aparición cargada de acción y humor. Más tiempo hubiera sido peligroso para el
resto de los personajes.
La película me gusto mucho, son 2 horas y media de ojos virolos y acción de la buena. Por eso mi puntaje es de 5 “es
un buen momento Don Niembro” de Mariano Closs y 4 pares de medias de fútbol bulteras
que dan un total de 9 puntos terrícolas.