La Verdad de la Milanga: Episodio 7
En esta nueva entrega de “La Verdad de la Milanga” tocó el
turno de “John Wick”. Un film protagonizado por Keanu Reeves.
¿Querías balas? TOMÁ!! Preparate para ver una película de
acción en donde no escatiman en plomo (3 balas promedio por cadáver). Si yo
tuviera que haber hecho el marketing de la película, con la entrada de cine te
daba una bala una o vaina servida.
Cualquier portal de cine diría que “En Nueva York, John
Wick, un asesino a sueldo retirado, vuelve otra vez a la acción para vengarse
de los gángsters que le quitaron todo”. Pero vos pichón, Bucéfalo, Acerino, Cara
de naipe, Moustron, Taxideral, Niño de cobre… Vos venís acá porque querés saber
la verdad de la milanga y yo te la cuento rufián.
El film narra la historia de un asesino a sueldo retirado que
a los 5 minutos de película sufre la pérdida de su esposa por alguna enfermedad
misteriosa. Ella, en su lecho de muerte, le deja una nota y le regala un perro
quien se convierte en su inseparable amigo por 10 minutos…
Antes de ir a comprarle comida al perro sale a dar una
vuelta en su Mustang del 69. Con su fantástico fierro empieza a hacer trompos y
quemar caucho como un desquiciado (con el perro suelto adentro). No sabemos si
se le termina la nafta o el perro vomita pero se dirige a la estación de
servicio más cercana y en ella se encuentra con tres perejiles rusos. Uno de
ellos, muy interesado por el auto, se acerca para ver si John vendía el auto.
Ante la negativa, el ruso (una mezcla muy precisa de Tomás Fonzi y Tomasito
Suller) lo insulta en ruso y John, ni lerdo ni perezoso, lo manda bien a cagar
en ruso provocando la ira del hijo del corazón. Tomasito y sus secuaces no
tienen mejor idea que ir a robarle el auto a John, cagarlo a palos y como bonus
matarle al perro. Vaya error… PREPARÁ LA VASELINA!!
Spoiler y escenas WTF:
Luego de recuperarse de la golpiza al mejor estilo
Wolverine, Keanu sale a las calles en una esquizofrénica búsqueda de venganza. La
vueltas de la vida hacen que Tomasito sea el hijo del jefe de la mafia rusa
para la que John trabajaba.
Acto seguido podemos ver una de las escenas en donde nos
preguntamos ¿En que carajo estaba pensando el director cuando guionó esto? Luego
de cagar a balazos a 12 tipos, en cada uno de los rincones de su casa, un policía
le toca el timbre. Le pregunta si estaba todo bien y ve un tomuer. Lejos de
llamar refuerzos o tratar de arrestarlo, amablemente se despacha con un “Te
dejo seguir trabajando John”. Macanuda la policía de Nueva York. Igual al
gendarme carancho.
Para prepararse para la venganza, John se dirige al Hotel
Continental. Este pareciera un especie de colonia veraniega del sindicato de
asesinos a sueldo en donde todo se paga con monedas de oro (Si, monedas de oro.
No, no eran piratas) y todos los huéspedes son sicarios.
El hotel ofrece servicios de limpieza de muertos en
habitación y un médico especialista en heridas de bala y elementos punzantes entre
otros.
En la siguiente hora de película vemos a John persiguiendo a
Tomasito y ejecutando a un sin fin de mafiosos pelotudos que siempre atacan de
a uno y de frente. Mientras John pelea con un ruso, el otro (que está justo
detrás de él con un arma en la mano) espera pacientemente hasta que Keanu le
meta 3 corchos en el hígado y 1 en la cabeza.
Como diría Ivo Cutzarida: “Corta la bocha”. Si estás atrás con
un arma y tu enemigo está peleando con otro mandale corcho papa!! No lo vayas a
atacar como un Neanderthal con síndrome de down.
La película es entretenida pero el argumento tiene menos
fuerza que biceps de delfín. Seré generoso con el puntaje y le voy a dar 4 bochas
cortas de Ivo Cutzarida y 2 chechonas de Tomasito Suller que da un total de 6
puntos de humano normal.